No siempre ha sido fácil leer… lo es porque rara vez una lectura le deja a uno completamente indiferente, hay, incluso, casos donde la repulsa es lo último que te impide seguir leyendo: el completo reconocimiento ontológico pude bloquear toda lectura.
Es por ello que renuncio a escribir las líneas necesarias para reseñar esta novela, leíada no por libre elección (fue impuesta en un curso de Taller de Lectura y Redacción), pero sí asumida como reto, y gusto en varios momentos. Escribiré sobre esta en algún momento… pero no dentro de los próximos dos años.
Para los que quieran tener un punto de partida para animarse a leer podrán consultar el texto de Emilio Moroto que se encuntra en este enlace: La sapa alberquera
El testimonio de Gabo y un apunte sobre la película.
Felices lecturas.